sempre ens quedaran eixos moments que compartirem escoltant tots els que ens agradaren i tots aquells que descobrirem junts...
Miro el instante que ha fijado la fotografía, ríes con la timidez de quien le avergüenza la risa. Quince años que sujeto entre mis brazos al compás del último disco robado. Nada queda en ese trozo de papel, todo es alquimia; veo que es la prueba más veraz de que todo es mentira. Esos rostros ya no llevan nuestros nombres, son dos máscaras perdidas en la noche, pero, queda la música...
Siento que ese tiempo que se fue no ha sido nunca nuestro, como cuando te miro y no logro recordar tu cuerpo; no eras tú aquella insolencia de latido que encendía mis deseos más prohibidos. Creo que tú y yo no somos más que dos desconocidos, otros, dos extraños que en el tiempo se han hecho asesinos de esos dos niños de la fotografía que, abrazados, van bailando por la vida, pero, queda la música...
Girl you got to love your man Girl you got to love your man Take him by the hand Make him understand The world on you depends Our life will never end Got to love your man, yeah
La teua arribada ha canviat el teulat i el paisatge m'ha revolat sensacions de l'arrel amb dolcesa. Ja no sóc de cap creença, ma religió és de detalls... i ja no perd més el temps amb els amagatalls.
Les nostres vides llunyanes les junte amb els versos. I primaveres profundes s'entrenen de sobte. I quan te'n vas sempre és tard. No és suficient ja aquest joc de tornar-se'n i anar Oh Leire Llei
Al tibio amparo de la dos catorce se desnudaba mi canción de amor. Llegaba el día indiscreto y torpe, y la belleza nos hacía más pobres, más esclavos de la ronda del reloj.
Así pasaron los momentos pocos, así pasaba la felicidad: huyendo siempre de miradas de otros, entretejiendo un universo loco de caricias, dudas y complicidad.
Toma de mí todo, bébetelo bien: hay que ayunar al filo del amanecer. Toma de mí todo y todavía más: hay que esperar un largo no de claridad. Toma de mí todo cuanto pueda ser: el sol no da de beber.
A los tristes amores mal nacidos y condenados por su rebelión, daré algún día mi canción de amigo y fundiré mi vino con su vino, sin perder el sueño por la excomunión.
Y a quien me quiera incinerar los versos argumentando un folio inmemorial, le haré la historia de este sol adverso que va llorando por el universo, esperando el día que podrá alumbrar.
Toma de mí todo, bébetelo bien: hay que ayunar al filo del amanecer. Toma de mí todo y todavía más: hay que esperar un largo no de claridad. Toma de mí todo cuanto pueda ser: el sol no da de beber.